domingo, julio 24, 2005

En aquel tiempo no me gustaban los caracoles


En aquel tiempo no me gustaban los caracoles. Tampoco las conchas rotas. Me ponía triste el ver su mutilación. Pensaba que les dolía la parte que faltaba. Evitaba pisarlas, para no lastimarlas; pero también, lo confieso, evitaba mirarlas. Como si con eso las cosas se arreglaran.

Para mí las conchas rotas tenían suerte de caracol. Tengo un recuerdo vívido de lo que entonces creía suerte de caracol.

¿Te acuerdas de la dama entre brumas? Ella tenía un jardín hermoso. Algunas tardes soleadas, se cubría la cara con el aura de su sombrero, se protegía las manos y salía a desherbar el jardín conmigo. La orilla de su bata casi rozaba el piso. Yo caminaba prendida de sus pasos. Bailaban abrazadas sombra y falda, cuando seguían su andar.

Mi corazón también bailaba. Gozaba al estar con ella, siempre y cuando no me mandara regresar a la casa para traer el salero. Si esa dama de manos tan hermosas, con dedos largos y uñas que brillaban en rojo quería la sal, había encontrado caracoles en sus violetas.

Hubo una primera vez. Cuando entreabrió las hojas de sus violetas los conocí. Escondidos del sol, se movían dormilones, parecían perezosos porque llevaban su casa a cuestas, su paso no era airoso pero al andar dejaban un camino de plata mojada. Aún así no me gustaron, me dieron escalofríos. Sus pequeños cuernos apuntaban acusadores y sus cuerpos babeaban, blandos y transparentes. En esa ocasión la dama me pidió el salero y lo traje sin rechistar. No sabía para qué lo quería. Me empiné en puntas de pies para mirar detrás de ella y entonces, vino el horror.

Antes de inclinar el botecito, la dama retiró con amoroso cuidado, cada hoja de sus violetas. No quería lastimar a sus flores, pero tiró sin piedad la lluvia blanca, sobre los desprevenidos caracoles. Cuando la sal les cayó encima, dejó de ser inofensiva. Hizo que los caracoles se retorcieran desesperados. Sin emitir sonidos, gritaban al silencio con su sólo movimiento. Se encogían poco a poco y de pronto, ya no estaban, quedaba sólo un charquito y su casa vacía.

Verlos convertirse en lágrimas era superior a mis fuerzas. ¿Por qué mi dama se ponía tan bonita para ser tan mala? Aunque yo intentaba esconder el salero, sucedió varias veces. Tantas, que por fin encontré cómo alegrarme. Me convencí de que los caracoles no se convertían en lágrimas; eran agua salada. Habían vuelto a ser mar.
*
Cuando separé este capítulo en fragmentos, no sabía cual iba a ser el de hoy. Ahora que lo veo, me gusta que fuera este, porque sigo siendo igual ¿se acuerdan de la niña que eligió entre volar y hundirse? Ahora elijo mirar de frente la realidad, transformarla con la magia de la palabra, y si aún así escapa a mi dominio, pues eligo transmutarme... No se si soy o seré. Gracias de todo corazón por leerme.

15 comentarios:

Oveja Fiel.. dijo...

Hola Lety!! x fin puedo pasar a tu pag.. Cuando entraste a la mia no dejaste tu enlace y se me hizo muy complicado entrar, claro habias mandado un correo, pero y o keria entrar a leerte. Hoy me di cuenta como podia hacerlo y cuando me di cuenta ke se abre tu pag.. senti como si encontrara un tesoro perdido jejejeje= ) Bueno ahora ke ya se como entrar, estaremos mas x aki, me da gusto saludarte. Espero ke te encuentres super bien..
Te mando un beso y un abrazo
Rakel

Enigma dijo...

Un placer en verdad, vengo... aray, ya olvide del blog del que vengo pero si se al menos a donde eh llegado.

La imagen de los caracoles es encantadoramente fuerte, hace que uno sienta compasion por ellos, y por ti que evitabas pisarlos.

Saludos

Anónimo dijo...

Pido disculpas por mis letras pues algunas rayan en lo altisonante; pero debo decir q cuando pensaba que solo se publicaban pendejadas en los blogs me topé con este espacio.

Sigue describiendo los pasajes de una vida cual fotografía, prometo regresar!

Silencio dijo...

Pues una vez más leerte, recuerdos de una niñez tan diferente a la mía, con miedos y sucesos que raro tienen en común, sin embargo me hacen recordar algunas cosas que me han dicho... e imaginar como era cuando era niño, no sonreia mucho dicen, era muy huraño, y bueno al menos hay cosas que no perdí...

Hay otras cosas que recuerdo, pero no quisiera ponerle palabras, hoy no, no me pidas que sonría que estoy triste vida mía... dicen en una canción...

Bueno regresemos a los caracoles, diablos, porque cosas así deben irse cuando se acercan a nuestros favoritos... Nunca entenderé como pueden tirar árboles porque-no-se-que, porque matar animales por-que-no-se-que, porque matar gente porque-no-se-que.

Me gustaría una vez más tener la paciencia de observar un caracol en un panteón, me gustaba verlos, moviendose, sobre las lápidas, cuando llovía y el viejo patio tenía algunos... la forma en que crecen sus caparazones con una presición matemática... bueno eso es otro rollo.

Saludos y que esa recuperación sea rápida...

Unknown dijo...

encontraste tu ritmo ¿eh?

fgiucich dijo...

Bienvenida, con caracoles y mar.

"Un solo ser, pero no hay sangre.
Una sola caricia, muerte o rosa.
Viene el mar y reúne nuestras vidas
y solo ataca y se reparte y canta
en noche y día y hombre y criatura.
La esencia:fuego y frío:movimiento"

Pablo Neruda ("El mar").

Silencio dijo...

Que el mar y su sonido en verano acompañen estas noches en que te pierdes en las vueltas y espirales del caparazón.

Hamletmaschine dijo...

Estoy de acuerdo con Raquel, está quedando lindisimo tu espacio, es un gran poryecto, un abrazo y sí, con tanto trabajo encima me va a ser un poco difícil seguirte, pero lo intentaremos... saludos...

MacVamp dijo...

Tus palabras siempre tienen la virtud de ser evocativas y de transportarte justo al momento que relatas. Nunca abusas de adjetivos, ni adornas con excesos. Y eso, no te imaginas cuánto se agradece.

Gracias a ti, Lety, por compartir con todos nosotros lo que guarda tu memoria, lo que guarda tu alma.

Un abrazo :)

Lety Ricardez dijo...

Hola Rakel:

Me da muchísimo gusto recuperarte. Ahora debo explicarte la razón de mi silencio. Me operaron este martes y estoy en el proceso de recuperación, doloroso por cierto, pero maravillada de estar viva.
Tengo tantos deseos de escribir en este momento que resulta difícil contenerlos ante la incapacidad de permanecer sentada mucho tiempo.

Gracias por tus palabras. Espero seguir en contacto.


Enigma:

Le conozco bien de visitar el blog de mi querida maestra Raquel. Gracias por estas palabras y también por tomarse en tiempo de visitarme.
Hoy subiré un blog que dejé preparado antes de irme, pero espero escribir algo que le resulte interesante después de mi experiencia.

Lady Kubricka:

Si me es posible hoy mismo al terminar estas respuestas, visitaré su blog, pero ante todo por favor no se disculpe. Su juventud y su estilo, el de todos ustedes, aunque me cuesta mucho trabajo asimilarlo, lo confieso, me permiten también incorporarme a la vida real, porque vivo sumergida en mi mundo mágico, sin noches, sin días, sin clima, rodeada de cosas bellas e inundada por los pensamientos que como mariposas me persiguen y a veces se posan en mis cabellos. Un saludo y mi agradecimiento por venir. Por favor no tome a mal mi demora en la respuesta. Estoy en período de recuperación, cuando pensé que no abriría nuevamente los ojos.

Silencio amigo mío:
Nada es otro rollo y verdad que estamos en sintonía, me encanta que compartas conmigo tus recuerdos, que los compares y que encuentres alguna similitud o contradicción ellos. La precisión matemática de los caracoles ¡Estas de acuerdo conmigo en que son una obra perfecta! y útiles también para construirlos en nosotros y refugiarse ahí al amparo de todo. Estoy mejorando y de buen ánimo

Raquel querida mami:
¿Estás todavía en México?
o estás ya en Argentina? Llevarás nuestras palabras tus hijas y las lanzarás a los cuatro vientos?
Por favor si ves a Norma Segades me la saludas.
Encontrar el ritmo... entre nosotras su implicación es profunda. No,lo sé, creo que sí, pero sigue gustándome rumiar, ¡Es tan profundo el mar que ruge en mis entrañas!

Lety Ricardez dijo...

fgiucich: Gracias por compartirme ese bello poema, a mi, una enamorada de la nieve y el fuego, experta por intuición en una paradoja del movimiento, los pasos sin andar. Reciba mi saludo y le comparto mi alegría por estar viva.

Amigo Silencio:
Esta vez me perdi en vueltas y espirales más profundas que las de mi caparazón, creí entrar al caparazón universal. Un saludo

Señor Hamletmashine:
Para mí son un honor sus esporádicas visitas. Sus palabras agregan motivos a mi gratitud. Es usted realmente generoso y me motiva al esfuerzo para lograr su aprobación, tanto como mi maestra.
Mi saludo amable y respetuoso para usted.

Lety Ricardez dijo...

Andreas:
Usted también ya es alguien cercano a mi realidad, no un nombre flotando en mi pantalla, como algún día me dijo, incineraremos la máscara y con Tristán y quienes quieran acompañarnos tendremos una velada muy especial, estoy segura. Que Dios lo bendiga.


MacVamp:
Primero que nada una disculpa por mi silencio necesario. ¡Si ustedes supieran lo bello que resulta ser amiga de jóvenes como ustedes y saber por sus generosas palabras que podemos ser amigos en verdad, sin problemas generacionales, es algo que no tengo como agradecer a la vida.
Por hoy, creo que he abusado de estar sentada, pero me voy a la cama con el corazón cintilando, que conste que no equivoqué la palabra, así lo siento, cintilando. Abrazos

Lety Ricardez dijo...

Andreas amigo querido:
Estamos de acuerdo. Usted le pone el nombre que quiera y lo divide en jardines, poemas, playas, y me permite que en Su Nombre yo le ofrezca mi amistad y mi ternura como dice. Y prometámonos esa tarde de charla con Tristán, que ha estado tan ocupado ayudándome que no se siquiera como va su espacio. Hoy retomaré el recién iniciado vicio y los visitaré a todos.

MacVamp dijo...

Deseo que sea lo menos incómodo posible tu reestablecimiento, querida Lety.

Nauralmente, hasta que lo mencionaste, no tenía idea de que habías sido operada.

No importa de lo que haya sido, lo importante es que tienes ánimos y tus, nuestras, palabras tienen esas alas misteriosas y certeras que las llevan justo a donde queremos que lleguen.

Un abrazo fortísimo desde el otro lado del Atlántico :)

Lety Ricardez dijo...

Mac Vamp:
Gracias por llamar alas a mis, nuestras palabras, gracias por verlas a pesar de su debil estado.
Pero empiezo a extenderlas nuevamente, tengo experiencia en eso, como no hacerla si esta vez las he plegado por menos de un mes, y alguna vez las tuve plegadas durante cincuenta años. Un abrazo

Gracias por leerme, tú das razón de ser a este blog